14/6/16

Nil Bohigas, la vida es seguir subiendo

'Cuando llegues a la cima de la montaña sigue subiendo', dice un proverbio budista muy popular entre los escaladores. En eso debían pensar Nil Bohigas y Enric Lucas, dos viejos colegas de la tribu de escaladores catalanes New Wave que en los setenta cosían a buriles Montserrat, cada una de las siete noches que se pasaron colgados de la pared del Anapurna. Eligieron la cara sur del Anapurna Central porqué el permiso del gobierno del Nepal fue el que llegó primero y porqué es una montaña espectacular. Se plantaron frente a la pared sin saber como subirían y, sin proponérselo, revolucionaron la escalada, atacando en estilo alpino. "Era un poco más alta que las demás", pero hicieron lo mismo: seguir subiendo tras llegar a la cima. Era 1984, y esa ascensión supuso un hito mundial en la escalada nunca repetido. Nil Bohigas (Barcelona 1958) falleció ayer repentinamente por causas aún no esclarecidas, pero sigue subiendo. Siempre hay cimas.
Con 15 años Nil Bohigas se inició en la escalada en los Cingles de Bertí y en las rocas y agujas de Montserrat, como todo el mundo en Catalunya. De ahí pasó al Pedraforca mítico donde Luis Estasen creó la escalada moderna. Con su hermano Néstor, Toni García, Ricard Herrero, Enric Lucas y otros abrió varias vías en todas esas montañas. De ahí saltó a los Alpes, claro, donde en 1983, y ya con Lucas, encadenan la Aguja Blanca de Puetérey con el Frêney, el pilar central del Mont Blanc, en tres días. Al año siguiente intenta una invernal a la cara norte del Eiger y han de ser rescatados.
En 1982 conquistó la cima norte del Sraghrar Peak (7.349) y en el 83 y el 85 intentó sin éxito el Everest por la arista Norte. Fue junto al legendario Conrad Blanc con quién, en 1988, alcanzó el techo del mundo. Su currículum fue espectacular: escaladas solitarias al Baruntse, al Chu-Polu y al Pethange, dos intentos junto a su hermano de hacer la Torre Asgard, en la isla de Baffin (Canadà), un monolito con una impresionante pared de 800 metros de desnivel, además de diversas exploraciones en el Ártico. Así, en 1991 se convirtió en el primer español en llegar al Polo Norte Magnético tras recorrer 770 quilómetros en 78 días, y al año siguiente intentó llegar al Polo Norte geográfico.
En 1988 Nil Bohigas ya fue precursor de los deportes de aventura al límite al lanzarse en parapente desde la arista oeste del Everest (7.300 metros). Los años noventa trajeron las pruebas de ultrafondo en montaña y los deportes de aventura y Bohigas estuvo diseñando las pruebas precursoras como Raiverd, prueba pionera en la conjunción de diversas especialidades de la montaña. Para poner en marcha este tipo de eventos, Nil y su hermano Néstor fundaron No Límit, empresa dedicada a promover y organizar este tipo de actividades. Y es que, como dice el popular proverbio montañero vasco: 'Non goga, han zangoa' / 'Donde van tus pensamientos van tus pasos'. Nil Bohigas lo entendió siempre así.