5/12/12

Enric Lluch, renovador de los estudios de geografía

El GPS ha reducido la necesidad del mínimo conocimiento de la geografía propia a menos que cero y nos equivocamos. El día que la geografía forme parte del acerbo de conocimientos normales de la gente se convertirá en un poderoso instrumento de consciencia social que permitirá, no solo comprender la realidad, sino transformarla en nuestro beneficio. Esa era la principal preocupación de Enric Lluch (Barcelona 1928), hermano del exministro asesinado por ETA, creador del departamento de geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y impulsor, junto a Max Cahner y Jordi Carbonell, de la Gran Enciclopèdia Catalana. Enric Lluch falleció ayer en su ciudad natal a la edad de 84 años.
Enric Lluch cursó peritaje industrial, pero se hizo asiduo de los Estudis Universitaris Catalans de posguerra, donde tuvo de profesores a Ferran Soldevila y Jordi Rubió. En 1956 se licenció en Filosofía y Letras por la Universitat de Barcelona (UB), donde entró en contacto con profesores como Manuel Riu o Jaume Vicens. Pero abandonó pronto la historia para introducirse en los estudios de geografía. En esta área del conocimiento Lluch ha tenido un papel primordial, puesto que hizo de puente entre la escuela de geógrafos de antes de la Guerra y las generaciones que comenzaron a estudiar esta materia a partir de los años sesenta.
A partir de 1961 sentó las bases de la modernización de los estudios de geografía tomando como base la recuperación de la tradición de la escuela catalana anterior a la Guerra Civil. Con ‘L’evolució de les ciències geogràfiques’ (1961), Lluch definió su posición, aprendida en parte tras su estancia en la universidad de Liverpool (1957-58): preocupación por el vocabulario, renovación de la metodología, y aplicación de nuevos métodos estadísticos. Además dio importancia a la geografía humana de Catalunya como punto de partida para una nueva ordenación territorial, uno de sus máximos empeños intelectuales. Años después en este ámbito dirigió equipos de investigadores, organizó coloquios internacionales y publicó, junto a Oriol Nel·lo, algunos de los mejores estudios difundidos en aquellos encuentros ('La gènesi de la divisió territorial de Catalunya' -1983- y 'El debat de la divisió territorial de Catalunya' -1984-). Siendo profesor emérito de la UAB (1989), participó en la redacción del Informe Roca (2000), en el qual se definía un nuevo y moderno modelo de división territorial de Catalunya que resultó enormemente polémico, y que fue enterrado políticamente, claro.
También en 1961 inició su etapa docente en la UB. Vinculado al movimiento de renovación pedagógica de Rosa Sensat, la enseñanza fue otro de sus grandes retos. En 1966 fue expulsado de la Universitat de Barcelona por su participación en la Caputxinada y tres años más tarde creó el Departamento de Geografía de la joven Universitat Autònoma (UAB), área que destaca por su papel multidisciplinario e innovador. Firmante del Manifest de Bellaterra, por la democratización de la universidad, fue miembro del primer claustro democrático de la UAB.
Enric Lluch era también miembro de la Societat Catalana d’Ordenació del Territori, del Institut d’Estudis Catalans, y vicepresidente de la fundación que lleva el nombre de su hermano asesinado.
El miercoles a mediodía, en el tanatorio de Les Corts de Barcelona, se ofició la ceremonia de despedida de Enric Lluch.