1/8/12

Joan Bassegoda, el hombre que interpretó a Gaudí

La erudición ha de tender a ser justa y ecuánime para ser científicamente irrefutable y unánimemente reconocida. A Joan Bassegoda i Nonell (Barcelona 1930) nadie le niega su profundo conocimiento documental de la obra de Gaudí, pero le cuestionan la sesgada interpretación que da del arquitecto acercándolo a sus propios postulados ultraconservadores y católicos. Bassegoda falleció este lunes en Barcelona a los 82 años.
Ser nieto e hijo de arquitecto marca. Joan Bassegoda se tituló en 1957 por la ESTAB y se licenció en 1960 por la UPC. Trabajó toda su vida en la universidad, desde profesor ayudante a catedrático. En 1968 fue nombrado director de la cátedra Gaudí de la propia UPC y en el 2000, cuando se jubiló, pasó a ser conservador y director honorario en el 2010. A lo largo de estos años escribió una treintena de libros y más de 1500 artículos, muchos de los cuales dedicados a Gaudí y que hoy son obras de referencia documental. A partir de este ingente trabajo se ganó merecidamente el prestigio como máximo especialista en la obra gaudiniana, pero también se granjeó muchos enemigos entre historiadores y especialistas que critican la visión católica y conservadora que ha dado del arquitecto; ideario que se asemeja al suyo: católico duro y defensor del franquismo.
A pesar de su indudable e incuestionada obra historiográfica, de la ayuda y consejo que siempre prestó a quién se le acercó a pedírselo, Joan Bassegoda tenía fama de ser de trato difícil. No rehuía jamás la polémica. Siendo conservador del Círculo del Liceu, la entidad criticó duramente el proyecto de reforma del teatro. Era habitual que cargase contra las intervenciones en obras gaudinianas; a pesar de que, afirman algunos allegados, al jubilarse moderó su discurso crítico.
La catedral de Barcelona (donde dirigió obras de restauración), el monasterio de Poblet (del cual era conservador), el Gran Teatre del Liceu o la Llotja de Mar fueron también objeto de algunos de sus estudios. La Casa Batlló, Parque Güell, Casa Calvet o la Cripta de la Colonia Güell, fueron algunas de las obras de Gaudí en las que él dirigió la restauración y que le convirtieron en uno de los máximos expertos en la restauración de sus obras.
Instituciones como la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona, la Reial Acadèmia Catalana de Belles Arts de Sant Jordi (que presidió entre 1990 y 1998), y la Reial Acadèmia de Doctors, de las que fue académico numerario, y la Real Academia de Bellas Artes de Madrid, reconocieron su carrera, que tuvo un punto culminante al recibir la medalla de oro de Bellas Artes en 1989. Era socio honorario del American Institute of Architects de Washington.
Ese mismo año publicó ‘El gran Gaudí’, quizás la obra más exhaustiva del arquitecto de la Sagrada Familia. Cinco años antes, en 1984, había comisariado una gran muestra sobre Gaudí para la Fundació La Caixa. Otras obras suyas son ‘Guía de Gaudí’ (1970), ‘La catedral de Barcelona’ (1973), ‘Historia de la Arquitectura’ (1976) o ‘La Pedrera de Gaudí’ (1980).
Casado pero sin hijos, con su desaparición se cierra un capítulo de más de 160 años en los que el apellido Bassegoda ha estado ligado a la arquitectura catalana y a su historia.